Diego: los dientes largos se te van a poner cuando veas la foto de los sitios por los que hemos pasado hoy.
¿Sabes dónde es? De hoy mismo. Un precioso camino de otoño al laíto de Jeré.
En la salida, seis. Lo de siempre: unos, que las comidas del trabajo; otros, que de viaje; otros, que están resfriados; otros, que los han operado de la espalda o la rodilla.... Pamplina tó. Unos cagaos. ¡Lo del levante fuerte es en el estrecho, cohone! ¡Que no sus enterai! Tábamos perando ar Diego (que llegara con la hora justa) y nos dice er Plaka que ar Diego lan operao de lasparda. ¡Y nadie sabíamo ná! Po tú que lo sabía, Juanma... berlo dicho, pare. Totá que Fernando propone la que íbamo cé er día que nos encontramo a Rafita. Mu bien, pero cuando er pediatra pregunta que pa dónde vamo le dice Fernando: "Una cosa fasilita: setenta kilómetro ma o meno". "Dejarse de tontería -dise er médico- porque cojo pa otro lao". Ar fina se viene.
¡Probe ingenuo, infelice! ¡Po nos ta viendo que Fernando lleva hoy prisa! Lo que pasa es que lo disimula bien. Empieza la cosa tranquilita. Por Estella es bonito, la Aguiliya bonito, Garciago bonito. Royodurse es bonito, er puente es bonito y to es mu bonito. Y la calle Sagasta... qué bonita que es. Po no. Po yo me vuervo (er pediatra) porque soy un lastre pa ustede. Quillo, que no. Que ya vamo pa Jeré y seguimos tos juntos. Que no, que me voy. Y se fue. Los otro: no se tenía que ber ido... Le va coge la noche... Va solo, como le pase argo... Po menos má que se fue. Porque como ya se bía dío, po más prisa Fernando por llegá de día. Y si no floja va dejando un reguero de jogaos por el camino. Dita sea. Y to por tomarse el café ante de escurecé.
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