2 de junio de 2013

II MARATÓN BTT LA ALMORAIMA

De nuevo la maratón de La Almoraima ha vuelto a ofrecernos la posibilidad de recorrer algunos caminos por uno de nuestros parques emblemáticos. Había que aprovechar la oportunidad para reconocer estos bellos parajes que de otra manera resulta bastante complicado.
El día, inmejorable: una ligera brisa que por momentos refrescaba la cara. El recorrido, algo distinto al de la edición anterior: toda la primera parte igual, pero nueva la otra mitad. Los desniveles han dejado poco tiempo para el descanso: excepto un pequeño tramo intermedio todo ha sido subir y bajar, con subidas muy dificultosas y bajadas en las que había que estar muy concentrados para no acabar por los suelos. El terreno (la arenisca del Aljibe propia de Los Alcornocales) está muy erosionado, muy disgregado, con muchísima piedra suelta y arena en las zonas de mayor pendiente.
La organización respetó escrupulosamente el horario de salida, de forma que a las nueve ya estábamos rodando. Bien señalizada la ruta: no había ningún punto que se prestara a confusión. Ha habido avituallamientos suficientes como para no tener que cargar con provisiones ni tan siquiera con la mochila de agua. Y correcta atención a los participantes por parte de todos los colaboradores, tanto en la salida como en la llegada o durante el recorrido.
La primera subida (unos 5 k.) está situada muy cerca de la salida por lo que el grupo (sobre 470 ciclistas) llega muy compacto y a partir de ahí empieza a estirarse. En el último kilómetro o kilómetro y medio de esa subida el camino se pone más pendiente y se deteriora bastante, con muchos resaltes, piedras y arena suelta, de manera que sólo hay un estrecho pasillo para poder circular en fila india. Lo malo es que alguien que vaya delante se caiga o se pare, lo que hace prácticamente imposible continuar montado. Pero en esta ocasión lo lamentable ha sido la cantidad de personas que subían andando ¡justo por el único pasillo que había para continuar montados!, obligando a los que querían subir sobre la bici a meterse por las cascoteras, surcos, arena, por el matorral o simplemente a tenerse que bajar. En fin, habrá que añadir otra nueva acepción a la palabra globero, para definir el comportamiento de aquellas personas que ni pasan ni dejan pasar. Impresentables. A partir de ahí el pelotón queda ya muy estirado, todo el mundo se coloca en su posición natural en relación con su estado de forma y no suele haber más apelotonamientos.
Por más que desde la organización se pidiera la colaboración de los participantes para no arrojar basuras, por sentido común y sobre todo porque se iba a transitar por un parque natural, no pudo ser. Había multitud de botes de agua por los caminos, como resultado de tanta piedra, resaltes y escalones. Incluso una cámara bien liadita, de alguien que seguro que se dejó abierta la bolsa bajo el sillín. Hasta aquí vale. Pero además y sobre todo no paré de ver a lo largo del itinerario centenares de envoltorios de barritas, geles y vigorizantes. No entiendo que para una ruta de 70 k. haya que tomar tantas sustancias aunque se quiera ir rápido. Y menos entiendo que se tiren los envoltorios al suelo. No sé qué concepto tienen de sí mismos los 467 participantes (o la mayoría de ellos) que no quedaron entre los tres primeros. Deben considerarse unos pofezionales del pedal, lo cual les otorga una serie de privilegios, como el de ir dejando a su paso un reguero de resíduos, ¿para disminuir peso sobre la bici?, ¿para no mancharse los bolsillos?, ¿para evitar lavar la ropa luego?... Y poco más adelante de los avituallamientos se veían regados por el suelo montones de botellitas de agua, cáscaras de plátano y envoltorios de barritas. Intolerable. Y más aún cuando en cada avituallamiento había varios cubos de basura que los voluntarios se encargaban de ir vaciando a cada momento. Después nos quejamos. Cuando los organismos de Medio Ambiente no concedan los permisos para pasar por esa finca nos lamentaremos. Si la realización de la prueba lo único que va a ocasionar son trastornos (a la fauna, a la flora, al terreno, al agua), es normal que terminen por no autorizar el paso por allí. Es lo que ocurrió con la Sevilla Extreme: algo que provoca muchos inconvenientes y no ofrece ningún beneficio no interesa. Los propietarios de las fincas y la propia Junta de Andalucía finalizaron por no conceder permiso para recorrer bellos parajes de la Sierra Norte. Y es lo que puede acabar ocurriendo en La Almoraima. Si es que se recoge, ¡poco trabajo les queda a los voluntarios y colaboradores! ¿Y cómo accede a determinados sitios algún vehículo? ¿Y cómo se retiran luego esos bolsones de basura desde allí?
Si la cuota de inscripción la gravan con una tasa medioambiental pondremos el grito en el cielo. Cuando en determinados parajes y zonas verdes prohiben el paso de vehículos (incluídas las bicicletas) nos indignamos y escandalizamos. Como he oído en múltiples ocasiones "Lo que hay en España es de los españoles". Pero eso debe referirse solamente a aquellas situaciones en las que hay lucro, porque si lo que se reparte son obligaciones o si es necesario arrimar el hombro... así nos va.
¡Venga! A poner cada uno de su parte que me gustaría poder seguir disfrutando de los magníficos lugares que nos ofrece nuestra provincia y nuestra región.
 
P.D.: LA ANÉCDOTA DE LA RUTA
Poco antes de llegar a la carretera del canal de la Confederación Hidrográfica pasamos junto a un chaval que nos preguntó si teníamos una cámara para darle, porque ya le había puesto otra pero también la había pinchado. Edmundo le ofreció una. Entonces nos pidió que lo ayudáramos a montarla… ¡porque él no tenía mucha práctica! Lo miramos y nos hicimos una idea de que así debía ser porque llevaba zapatillas de deporte y pedales normales, la bici llena de salpicones y las cubiertas con todos los tacos gastados, más lisas que unos slicks. Suficientes penalidades habría pasado subiendo y bajando por aquellas trialeras sin dibujo ninguno en las ruedas y con agarre y tracción nulos. Le insistí en que repasara la cubierta por dentro para comprobar que no tuviera nada clavado y el muchacho me repetía que no era pinchazo sino que se había rajado. Daba la sensación que se hubiera destalonado de la llanta porque aquello estaba más flojo que un muelle de guita. Le ofrecí los desmontadores pero decía que no, que con las manos se podía. Y era verdad. Daba la sensación de que la cubierta era de una talla más que la llanta.
Pasó por allí un compañero suyo (al menos llevaba el mismo maillot). Le preguntó si le pasaba algo (¿?) y éste le respondió que había pinchado dos veces y ya se había quedado sin cámara. El amigacho le dijo: “Bah. Entonces no es nada”. Y se largó. ¡Eso es compañerismo!
Con la pericia de mecánico de Edmundo y un bombín en condiciones  pudimos arreglar la avería. Casi tuve que guardarle la cámara pinchada en el bolsillo, porque la dejaba allí olvidada. Y cuando pusimos la bici derecha nos dice: “Esperad, que me voy con vosotros”.  ¡Sólo faltaba eso, que tuviéramos que escoltarlo hasta meta!
Reguero a pie (Foto de Edmundo)

6 comentarios:

  1. Yo estuve allí y, aunque no fue mi mejor día en bici, sí, fue un día fantástico para la maratón, la organización difícilmente sería mejorable, el recorrido, bello, pero en algunos tramos algo pestosillo al mismo tiempo que peligrosillo (muy bien señalizado) y lo de las basuras, verdaderamente lamentable, pero... Al final tuvimos que socorrer a un participante en apuros mecánicos y después el súper toro de la foto de Angelmari, a quien agradezco su compañía y apoyo.

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    1. Como miembro de la organizacion de MTB La Almoraima en primer lugar daros las gracias por esos magnificos comentarios que haceis sobre la prueba.Con el tema de las basuras,cada punto o avituallamiento se encargan de limpiarlo, completamente, despues de haber pasado el ultimo corredor y ademas hoy nos hemos encargado de que no quede ni un solo papel en todo el recorrido y hemos quitado toda la señalizacion,solo quedan las marcas de yeso(desapareceran cuando lleguen las lluvias) y las rodaduras que habeis dejado los,casi,500 participantes.Esto es uno de los compromisos que tenemos con la direccion de La Almoraima y ademas es una de nuestra obligaciones.Hoy ya esta todo como si no hubiese pasado nadie por alli.

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    2. Me alegro! Enhorabuena por vuestra labor! Y disculpas por el alarmismo que me produjo el aspecto del terreno por el que pasamos; claro que si hubiese ido en posiciones bastante más avanzadas de la carrera no hubiera visto na de na!

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  2. Muy buena cronica Angelmari, sobre todo por el tema de la basura al suelo, somos unos GUARROS, lo de los botes lo veo inevitable porque seguro que los que los perdian no se dieron cuenta, pero lo de los emboltorios de geles y barritas, es simplemente de guarros.

    Un saludo

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  3. Simpática y solidaria anécdota. Como decía el torero: "hay gente pa to".
    En efecto se trata de una zona espectacular. Ya tuvimos ocasión de recorrerla hace un par de años, ruta organizada por los Andalbike, y en compañía de Tomás, que, por cierto, "amenaza" con volver pronto, vamos, tan pronto como se recupere del brazo roto y de la cabeza "ehcacharrá" (eso, dice, es más difícil). El jueves le quitan la escayola y, a partir de ahí, rehabilitación. Siempre de da recuerdos para todos. Dicho está.
    Aparte de la atractiva zona, el castillo de Castellar bien merece por sí mismo una visita. Las vistas desde arriba son "im-presionantes" y ul paseo por sus escasas calles, un retorno a la Edad Media.
    Respecto al impacto medioambiental que los resíduos dejan, o dejamos, en el campo se trata sin lugar a dudas de una claro acto de incivismo. Los que practicamos este deporte deberíamos estar más concienciados que nadie de que la belleza que tanto admiramos bien merece que guardemos lo que nos sobra. Solo se admite una excepción: la del que quisiera tirar sobres como los del Bárcenas.
    Y digo yo: ¿porqué no retomamos de una vez esa idea ya expuesta por algunos en diversas ocasiones de que cada cierto hagamos por nuestra cuenta rutas en bici como ésta?.

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  4. Cierto Fernando, la gran ruta mensual que siempre decimos y no cumplimos más allá de un par de meses, dígase Tajo de las Escobas hace unas semanas y la reciente Caños Extreme. Intentemos continuar con una Silla del Papá por ejemplo, ehhh D. Rafael.-

    carlos-olympia














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